Si le llama el Barça para ser su entrenador: «Creo que no tiene mi teléfono. Soy seleccionador, estoy aquí, me han fichado dos veces y tengo por costumbre cumplir con mi palabra, y estaré aquí hasta que acabe mi contrato, camiseta de españa seguro». Creo que no tiene mi teléfono. La Furia (futbolística), que había sido primero monárquica y luego republicana fue mutando al nacionalcatolicismo futbolero, y los extranjeros que llegaban a España (ya estaba Kubala, acababa de llegar Di Stéfano) fueron modelando un fútbol aún tosco que caminaba hacia la modernidad. Suplente de Ricardo Zamora en Amberes 1920, abandonó el equipo olímpico regresando a casa, lo que le privó de la medalla de plata obtenida por España.
Deja una respuesta